Los 5 mejores lugares de Barcelona para los amantes de la escultura
FRANCESC SOLER – 05/12/2016
Ramon Pons es escultor y diseñador de moda. Ha vivido más de cinco años en Londres, donde trabajó como cool hunter. Hombre discreto y nada dado a la ostentación posee, sin embargo, una gran sensibilidad hacia lo bello. Ramon es de esas personas que cuando miran saben ver.
Quedo con Ramon en la calle Princesa y tras un breve saludo nos encaminamos hacia su estudio. Estamos en el Borne, uno de los barrios más de moda de Barcelona, y la calle parece tomada por una legión de guiris dispuesta a celebrar lo que sea. Me cuesta imaginar que Ramon encuentre aquí sosiego e inspiración para trabajar en sus delicadas esculturas… Sin embargo, en seguida nos adentramos por un estrecho callejón casi desierto, dónde ya apenas llega el jaleo.
Una pequeña puerta da acceso al estudio, ubicado en los bajos de un edificio antiguo de gruesas paredes que lo aíslan casi por completo del exterior. Rodeados de pinturas y esculturas, tengo la sensación de estar dentro de la cámara del tesoro de una tumba egipcia milenaria.
Preside el espacio un busto inacabado de un hípster barbudo y atractivo que recuerda al poderoso Moisés de Miguel Ángel. Por algo, a la hora de hablar de su obra, Ramon hace suyo el famoso verso del poeta J. V. Foix “M’exalta el nou i m’enamora el vell” (Me exalta lo nuevo y me enamora lo viejo).